30 de marzo de 2016

tren I

Preciosa en mi recuerdo quedó como
una lágrima de hielo en el
latido. No sabes la fuerza de impulso o de
frenado que tuve que hacer para lamentar
la creación de tu recuerdo. Perfecta
quedas, como un suspiro tras tus ojos,
unos ojos que no quisieron caer
de sus alturas de diferencia dialectal.
Pasará un año -tal vez dos- ante de que
pueda visitar tu recuerdo sin temblar, sólo
para descubrir que ha de pasar -siempre-
un año más
¿Por qué no quisiste mirar la luna
torcida que yacía a tus pies?
Olvidaste la lejanía que pudo
haber nacido tras un encuentro

Preciosa quedó para siempre en mi recuerdo
muda, fría y muerta

como el alquitrán de su latido

No hay comentarios:

Publicar un comentario